martes, junio 27, 2006

Día 25: Hasta el más mínimo detalle...

Protestas en Somalia ante la decisión del Tribunal Islámico de prohibir la emisión del mundial de fútbol.



Asistimos, en ocasiones, a situaciones tan reales como absurdas. Un Gobierno que prohibe a sus ciudadanos ver un Mundial de fútbol. El motivo: proteger la moralidad. Si ya es triste y vergonzante que alguien se crea con la potestad a dictaminar la moral correcta, más lo es los argumentos que se han usado en este caso: "las películas y programas de televisión occidentales son inmorales" ¿El Irán - Angola cuenta como programa occidental? ¿y si el Mundial fuera en Corea también? Quizá sea inomoral el fútbol por haber nacido en Gran Bretaña....

Detrás de esta medida no hay defensa de los valores ni protección de la cultura: simple y llanamente, "la Unión de Tribunales Islámicos " es un grupo de racistas etnocéntricos. Para proteger los valores, quitan a su pueblo lo que les ilusiona, por muy absurdo que pueda ser. Hay que controlar hasta el último detalle de la vida de las personas para poder controlarles, hasta el último detalle para que sean "como tienen que ser" y no "como los demonios extranjeros quieren que sean"...

Y muchas veces lo consiguen...

“Para mí esta medida está bien, porque está apoyada por la Unión de Cortes Islámicas. Está claro que ellos están haciendo su trabajo, ya que para eso fueron creados”, comentó Ahmed Mohamed, ciudadano somalí.

3 comentarios:

vitio dijo...

Ayaan Hirsi Ali tuvo que salir de aquel infierno en busca de algo de libertad.
Está claro que determinados países, retroceden a pasos agigantados.
Un saludo, Ortega.

Miguel Ángel dijo...

Lo más triste es que tienen el convencimiento de que lo hacen por su bien. Desafortunadamente a esas gentes les falta aún la cultura para saber que están siendo pisoteados en su derechos.

Anónimo dijo...

El verdadero problema de Somalia, es que no hay Estado. Ahora mismo los señores de la guerra islamicos son los que cortan el bacalao pero eso puede en cualquier momento en favor de los señores de la guerra laicos.
Por otro lado los empresarios prefieren a los señores de la guerra islamicos porque al guíarse por la sharia son menos arbitrarios que los gobernantes anteriores.