martes, abril 18, 2006

Un Mundo Feliz.1.Los niños.


En los primeros capítulos del libro, el Director de un Centro de Incubación y Condicionamiento, habla a los nuevos empleados de cómo se crean y condicionan a los niños.

Les habla del Método de Bokanovsky, por el que se pueden crear, para las castas inferiores, individuos idénticos.

Un óvulo, un embrión, un adulto: la normalidad. Pero un óvulo bokanovskificado prolifera, se subdivide. De ocho a noventa y seis brotes, y cada brote llegará a formar un embrión perfectamente constituido y cada embrión en un adulto normal. Una producción de noventa y seis seres humanos donde antes sólo se conseguía uno. Progreso.
[…]
-¡Noventa y seis mellizos trabajando en noventa y seis máquinas idénticas!-la voz del director casi temblaba de entusiasmo-. Sabemos muy bien adónde vamos. Por primera vez en la Historia.-Citó la divisa planetaria-: “Comunidad, Identidad, Estabilidad.”-Grandes palabras-. Si pudiéramos bokanovskificar indefinidamente, el problema estaría resuelto.

Y así, a los nuevos trabajadores, les iban enseñando como se creaban los niños necesarios de una casta u otra, con determinada fuerza y altura, según cual fuera el trabajo que realizarían de adultos.

Así, por ejemplo, aclaraban por qué a los individuos de castas bajas, los Deltas y Epsilones sobre todo, los creaban sin apenas inteligencia. Su trabajo sería simple y repetitivo, para ello los prepararían. El que tuvieran demasiada inteligencia o autonomía sólo les reportaría frustración, y peligraría la Sociedad. Por tanto, no había motivos para crearles “demasiado” sabios….

A continuación visitaron la guardería. Allí los nuevos trabajadores observaron como se situaban muchas flores y libros de alegres colores en el centro de una habitación. Después, unas enfermeras acercaron a unos niños pequeños, que se dirigieron a gatas hacia los libros y flores. Fue entonces cuando los niños empezaron a gritar y llorar. El suelo estaba electrificado y las enfermeras lo habían conectado. Los niños iban a pertenecer a la casta baja y no se podía permitir que perdieran su tiempo con libros y flores, objetos que les llevarían a la soledad en lugar de participar de la vida social.

Después pasaron por las habitaciones donde dormían los niños. Allí, pequeños altavoces junto a sus almohadas les transmiten mensajes durante toda la noche. El estado se encarga de manipular sus conciencias para que en el futuro les guste su trabajo, estén conformes con la casta en la que les ha tocado nacer, y apoyen el sistema que les da felicidad.

...todos visten de color verde - dijo una voz suave pero muy clara, empezando en mitad de una frase -, y los niños Delta visten todos de caqui. ¡Oh, no, yo no quiero jugar con niños Delta! Y los Epsilones todavía son peores. Son demasiado tontos para poder leer o escribir. Además, visten de negro, que es un color asqueroso. Me alegro mucho de ser un Beta.

-Todavía se lo repetirán cuarenta o cincuenta veces antes de que despierten, y lo mismo en la sesión del jueves, y otra vez el sábado. Ciento veinte veces, tres veces por semana, durante treinta meses. Después de lo cual pueden pasar a una lección más adelantada.
-La mayor fuerza socializadora y moralizadora de todos los tiempos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El metodo es efectivo, pero si se aplicara limitaría enormemente nuestro avance como seres pensantes, nos quedaríamos estancados para alcanzar una falsa felicidad. Que terrible condición de vida, todo estratificado por castas que reciben distinto tratamiento, muy desagradable...