domingo, abril 09, 2006

Día 11: El Deber y la Libertad.

Ser libre no puede significar, de ningún modo, no tener obligaciones. La Libertad, por pequeña que sea, nos ofrece oportunidades, poder. Y el poder debe conllevar ciertas responsabilidades, al menos para usarlo sin dañar a nadie. No hablo de grandes gobernantes, con ajércitos y funcionarios a sus órdenes. Todos tenemos libertad, poder, aunque algunos más que otros, y todos deberíamos usarlo de manera adecuada.

No siempre una persona conoce cual es su deber ante determinada circunstancia, a menudo dudamos de cual es el modo justo de utilizar el poder que tenemos.

Uno de los hombres más inteligentes de todos los tiempos, Inmanuel Kant, formuló en cierta ocasión las leyes que pueden servir a cualquier hombre, en cualquier situación, para determinar cuales son sus obligaciones.

Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.

Es decir, el famoso "no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran". Sin duda, sería un progreso para la Humanidad, que las personas nos tratásemos con el respeto que deseamos obtener.

Pero esa ley falla. Hay personas que se odian a sí mismas, y por eso odian el mundo. Otros odian el mundo y por ello se odian a sí mismos. Hay también otros adictos a sufrir, muchos psicológicamente y algunos sexualmente. Desear para los demás lo que desean para sí no sería un gran progreso. I. Kant descompuso su Ley en dos formulaciones:

-Obra de tal manera que la voluntad pueda considerarse a sí misma, mediante su máxima, como legisladora universal.
-Obra de tal manera que uses a la Humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio.


La primera formulación refleja la idea principal de hacer a los demás lo que se desearía recibir.
La segunda formulación nos ofrece la magnífica novedad de introducir a las personas, a todas y cada una de ellas, como el objetivo de su propia vida, como un fin en sí mismas. No vivimos para servir a un señor, ni a Dios. Kant no dijo "Obra de tal manera que trates a la mayoría de las personas como un fin en sí mismo", no. Tampoco vivimos, y esto ha de quedar claro, para contribuir a la sociedad o al Estado. Usar a una persona como medio para que mil sean más felices supondría también una quiebra frontal de esta ley. Que las personas sean libres es lo máximo a lo que se puede aspirar. No a una sociedad libre, pues las personas serían a su vez esclavas de esa sociedad libre.

Así pues, tratando a los demás como nos gustaría que nos trataran, pero a su vez respetando en todo momento su Libertad, por encima incluso de nuestro concepto puntual de Justicia, es como una persona cumple con su obligación.

Claro que...el que cumpla su obligación no ha de esperar premios materiales ni recompensas. Esta ley es una ley moral, de responsabilidad, la siguen los libres y éticos. No te meten en la cárcel por tratar a los demás mal, peor de lo que deseas para ti. Tampoco te encierran por usar a una persona como medio para un fin, negándole su individualidad. ¿Cómo te van a encerrar por eso, si el Estado tiene como una de sus principales funciones coartar la libertad de unos en beneficio de otros? El que cumpla la ley moral de Kant podrá esperar una vida dura, pocas veces recompensada como se merecería. No podrá imponer a los demás que cumplan sus obligaciones y quizá le traten mal mientras él es amable y le utilicen mientras él respeta a los demás.

La única recompensa que podrá esperar por cumplir con su obligación es, precisamente, saber que ha actuado de manera justa y en relación a su Deber. ¿Poca recompensa quizá?

2 comentarios:

vitio dijo...

El Estado es el primero en recortarnos las libertades.
Felicidades por tu artículo.

Saludos.

Anónimo dijo...

Que los hombres crean en Dios o cualquier otra religion no significa que no sean libres. La autonomia kantiana no se referia eso (ademas de ser el un pietista). el hombre religioso es libre poruqe su fe, la de verdad es una opcion a la cual desea dirigir su vida, mas haya de los rasgos culturales que en esta hayan. creo que se te ha olvidado el concepto de la autodeteminacion, y el fin propio de los imperativos de kant, que si son la autodeterminacion de el hombre y su libertad, pero esta dios asumido, y aunque la filosofia catolica cree que la ley moral viene dada por dios, esta no esta exenta de libertad, el hombre opta por esa ley moral, y el hombre puede servir a dios si asi lo desea, al igual que puede ignorar que todos los hombres poseen dignidad. El hOmbre opta