viernes, octubre 18, 2013

Día 49. Vocación ahogada nº 1.

Decíamos ayer:

Hoy he salido de mi casa, en principio,sin destino definido. Puesto que soy un animal de costumbres he terminado en un lugar conocido: la sección de música de El Corte Inglés de Córdoba. Y no porque pillase de camino a ninguna parte o por su "excelente" señalización y/o publicitación. Hace unos años, con únicamente pasar por la puerta, se veía un buen letrero que anunciaba una sección de música enorme en un edificio adyacente ocupado a tal efecto. Hoy hay que subir hasta la 6ª (y última) planta y dirigirse a una esquina, más allá delas secciones de libros y videojuegos. La última vez que estuve me propuse no volver como protesta personal a ese descenso de categoría, que no de altura. Pero la carne es débil.

Así, una vez hube subido el volumen de mi mp3 para compensar a Medina Azahara, que sonaba a toda pastilla por los altavoces, comencé a husmear. A "vichear". Y, como siempre, deseé ser rico. Y lo suficientemente snob como para tener un buen tocadiscos. Pero, a la hora de la verdad, la prudencia limitó mi presupuesto a 20€, lo que reducía la cantidad de posibles adquisiciones a 2. Terminé llevándome Arenas Movedizas de M clan (los ví tocarlo en directo, y gratis, no hace muchos meses, y me pareció que siguen siendo muy buenos a pesar de no ser,a todas luces, el mismo grupo) y el recopilatorio de The Stone Roses, a los que conocía sólo por cierto programa de radio que suelo escuchar . Gasto total: 15.90€, muy aceptable, para el nivel medio de precios de dicho establecimiento.

Y ahora, escuchando The very best of The Stone Roses, me ha regresado de golpe una de esas vocaciones ahogadas que siempre he tenido. La de crítico musical. Ya sabéis, esas sanguijuelas que como no saben tocar ningún instrumento ni componer se dedican a poner verdes a los que sí lo hacen, y además son pagadas por ello. Pues uno de ellos me gustaría ser. Y prometo que lo viviría con pasión. Ahora mismo, disfrutaría como un enano (expresión heredada de mi padre) comentando como la batería, sin fallar un golpe, siempre se mantiene en un plano discreto, como las canciones fluyen sin grandes alardes, pero dejando un buen regusto que invita a escuchar más, como los punteos de guitarra en Elephant Stone dan una genial introducción a la voz cálida, natural, sin gorgoritos, de Ian Brown y toda la canción transcurre con elegancia y buen ritmo hasta que acaba quizá demasiado repentinamente y te obliga a reconocer que lo que estabas escuchando era "buena mierda", o como parece que he encontrado al eslabón perdido entre The Beatles y Oasis.

Si en Alta Fidelidad Rob situaba entre sus 5 trabajos ideales ser reportero de la Rolling Stone en los 70's por los discos gratis y la posibilidad de conocer a las estrellas, yo me conformaría, creedme, con ser crítico. Al menos desde el '64 (para escribir acerca de The Sound of Silence y vivir el crecimiento de The Beatles) hasta los 80's (para razonar por qué The Clash eran mucho mejores que Sex Pistols, y como se podía compaginar seguir estos dos grupos con amar a Mark Knopfler). Y todo esto desde un cómodo sofá. No necesito conocer a las estrellas. Me bastaría con los discos gratis.

Quizá en otra vida.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Stones Roses es el típico grupo que me gusta más a mí que a ti. Garaje, psicodelia y algo de progresividad. Yo los veo como aquel grupo que querían ser los Oasis y que al final acabaron copiando todo lo bueno de ellos, y fueron éstos (Oasis) y no Stone Roses los que más llegaron al público en general. Me hacen mucha gracias las camisetas para niñas que se ven en el Pull and Bear de Stone Roses. ¿Qué porcentaje de éstas sabrán quienes eran?
A mi también me seduce mucho la idea de crítico musical, pero ando con la obsesión de buscarle una rentabilidad a mi tiempo, y son malos momentos para la crítica musical y para lo que nosotros llamamos música en general.
Ya nadie compra discos de Ludwig Van.

Gonzalo Varo Ortega dijo...

Acepto lo de la psicodelia y sobre todo la progresividad, pero no creo que suenen a garaje, al menos el recopilatorio es bastante claro, no hay guitarras distorsionadas ni solos eternos ni gritan en vez de cantar como a menudo hace Liam.

Me parecen más nobles que Oasis, con las composiciones más trabajadas y mucho más coordinados. Mucho más una banda pensada y formada como banda.

Eso sí, Noel tiene tantísimo talento que creo que habiendo escuchado a los Stone Roses, logró superarlos sin demasiado esfuerzo.

Coincido en que si se busca rentabilizar el tiempo hay que buscar otra ocupación, eso sí.

Unknown dijo...

Llevas razón con lo de garaje, quizá son términos que llevo relacionados. Eso sí, no creo que Liam en Oasis grite a menudo. En los conciertos sí, pero al menos en los albumes buenos de Oasis no lo veo.
Los Stone Roses eran más finos desde luego que sí. Pero es lo que tú dices, además de que el talento de Noel le hizo conectar mucho más con su tiempo y disfrutar mucho más del éxito que Stones Roses.

Gonzalo Varo Ortega dijo...

Cuando dije lo de Liam tenía en mente Stay Young o (What's the story?) Morning Glory; no es que grite a menudo, pero sí es un recurso para dar énfasis a algunas canciones que los Stone Roses no usan.

O eso me pareció.